A veces me encanta que me hagan algo muy grande. Yo estaba justo antes de puño a mí mismo y mi marido me miraban mientras lo hacía. Le pregunté si quería jugar con mi coño y por supuesto que quería. Se puso a mi lado y me susurró si también podía meterme el puño. Le miré a los ojos y le dije sin palabras que eso era exactamente lo que quería de él ahora. Quería que me metiera el puño profundamente en la vagina y que me frotara el clítoris hasta que tuviera un buen orgasmo. Se puso a mi lado con su polla dura como una roca y empezó a tocarme suavemente el clítoris y el coño. Empecé también a masturbarle la polla, mientras él lentamente empujaba más y más su mano hacia mi coño. Cuando su puño estuvo completamente dentro de mi vagina, me sentí tan bien que tuve que empezar a masturbar mi clítoris simultáneamente. ¡No podía hacer otra cosa que disfrutar y darle a mi coño para alcanzar orgasmos intensos! Continuamos hasta que conseguí el mayor orgasmo